| Lost Heaven (cap 18) Meses después regresé. Debido a mis compromisos, primero, tuve que ir al estudio. Al ver a los muchachos los abracé con fuerza. En verdad los había extrañado mucho. Sin embargo, ansiaba irme, necesitaba ver a Sakura. Me dirigí a la puerta del estudio, pero Ken me detuvo y me entregó un sobre. Era una carta de Sakura. Salí del estudio, subí al auto y abrí el misterioso sobre. Debo confesar que tenía miedo de leerlo, pues a lo mejor Sakura me decía en él que ya no estaba interesado en mí y esa idea me paralizaba... “...Ésta es la llave de la casa que, si tú quieres, desde hoy será nuestro hogar. Si te arrepentiste yo sabré entender y si no es así te estaré esperando en ella...” ¡¿Arrepentirme!? Cómo podría hacer eso, si durante los meses que estuvimos separados solo había pensado en él. Pero claro, Sakura no podía saber eso, porque como habíamos acordado, no hablamos nunca durante nuestra separación. Arranqué el auto y me dirigí a toda prisa a aquella casa. Llegué y abrí la puerta con la llave de MI casa. Entré y él estaba sentado en un sillón frente a la ventana. Me acerqué sigiloso. Le tapé los ojos con ambas manos y le dije: “ya estoy en casa”. Me tomó de los brazos y me lanzó sobre él. Quiso preguntarme algo, pero otra vez no lo dejé hablar. Yo ya no quería explicaciones. Para qué?? Yo no era quién para juzgarlo. Si se había equivocado, él ya había hecho mucho para que todos olvidáramos aquél incidente. Estaba muy cansado. Empecé a quedarme dormido. Sakura me tomó en brazos y me llevó a la habitación. Me recostó y antes de que pudiera irse lo tomé de la mano y le dije: “ quédate, acuéstate conmigo...” Nos recostamos juntos. Luego de varios años, volvíamos a compartir una cama y nuevamente yo fui inmensamente feliz. Lo abracé y me quedé dormido. No sé cuánto dormí. Pero me desperté cuando comencé a sentir suaves besos en mi cuello. Abrí mis ojos y besé a Sakura. El se posicionó sobre mí y sus besos comenzaron a descender por todo mi cuerpo. Las cosquillas en mi estómago me hacían lanzar suaves risitas. Él también se rió. Qué linda era su sonrisa!!! Más tarde se apoderó de mi miembro y lo hizo suyo. Hacía tanto que mi cuerpo añoraba esto. El sudor de ambos se entremezcló en uno solo. Solo la noche era testigo de nuestro reencuentro. Cuando lo sentí dentro mío el dolor fue algo intenso. Es que yo había reservado mi cuerpo solo para él. Lloraba, pero mis lágrimas eran de felicidad. Cuando acabamos, ambos lanzamos un enorme suspiro. Luego de la acción, nos recostamos y Sakura me pidió perdón por el dolor que me había causado. El dolor no importaba, se olvida, lo más importante era descubrir que nuestro amor y nuestra pasión, luego de tanto tiempo, seguían intactos. Pero él era muy considerado conmigo, siempre lo había sido, y yo adoraba esa caballerosidad. Y así comenzamos a convivir. Lo hicimos desde el 2005 hasta hoy. Creo que nunca fui tan feliz en mi vida. Lo hacemos todo juntos. Hablamos de todo, nunca nos ocultamos nada. Puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que nunca existió amor tan grande y verdadero como el nuestro... Continuará...
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