| Un fic bastante fuerte que iba a publicar en el mes Kenki pero preferí hacer algo complejo.
Pretty Girl
Sexo. ¡Oh sagrado arte de dar y recibir! Aquel ritmo pausado de dos amantes en celo, que se entrega a los placeres animales, placeres naturales que se impregnan en la piel del otro, haciéndolo sudar, vibrar de emoción con las simples embestidas y el agotamiento del éxtasis. ¿Qué podía ser mejor que una buena sección de aquello que él llamada ‘inserción humana’ cuando se refería a lo dicho? Suspiró.
Observó la letra de la canción que había escrito y sonrió con sorna. Cuando dejaba volar su mente, realmente daba miedo y escribía cosas completamente sin sentido común, pero ahí estaba su canción, a medio terminar o más bien, a medio empezar.
Tuve un sueño, un sueño de un amor profundo
"Iré a darte lo que quieres" ¡sí!
Abre tus piernas, déjame ver ese escenario
Todo esto está cegándome.
Si, ya se estaba excitando. Observó de nuevo los trazos delicados con los que había escrito y sintió que un fuerte calor se concentraba en sus entrepiernas. ¡Por amor a dios! No podía en esos momentos excitarse, no ahí, no en ese momento.
Se mordió el labio inferior y cerró los ojos, apretando la lapicera con la que escribía, puteando a todos los dioses del olimpo y a todos los profetas que andaban currando en la época de Mahoma.
Dejó el escrito en su lugar y se levantó para ver el escenario exactamente como había previsto, se había excitado de sobre manera y se encontraba completamente rígido; no entendía el porque de un momento a otro, sin siquiera haber sido estimulado por nada externo, se había concentrado tanto en sus pensamientos referentes al sexo que ahí estaba, el maldito resultado de su morbosa mente.
- ¡Ni que hubiera visto una porno, mierda! – se regañó automáticamente mientras se desprendía el único botón de sus jeans, ya que después tenía un cierre bastante atascado.
Se insultó en todos los idiomas por tener la carne tan débil, por con sólo imaginar como sería un posible PV de esta canción, sino por imaginarse a él mismo en el PV haciendo esas suciedades con alguna actriz. Se pasó la lengua por los labios superiores e inferiores para mojarlos. Suspiró y observó de nuevo sus partes bajas. Si se pudiera trasmutar, se daría una tremenda patada en su inconciente culo, después de unos cuantos insultos y una lección de vida digna de una competencia mano a mano con Sócrates.
Colocó una de sus manos en la frente, como si esta le ayudara a pensar como bajar a su amigo, cuando oyó a alguien caminar por el pasillo ¿Eh? ¿Alguien? Según había oído, Tetchan le había dado vacaciones a todos, y a él como castigo por no haber traído todas las canciones a tiempo, le había “obligado” – para no decir que “debía” haber traído las canciones a tiempo – a escribir una nueva canción, sin ayuda.
Ahora, imaginemos que esa persona entrase a su estudio e “hipotéticamente” le viera en aquellas condiciones, sólo hay una respuesta posible:
1) Pensaría que era un tremendo pervertido.
Y es que a pesar de todo, realmente lo era. Su inconsciente realmente lo quería traicionar, y aquel era el momento perfecto para hacerlo, ahora alguien entraría allí y lo vería, erecto; y se asustaría, se asustaría y se iría corriendo llamándolo pervertido. Sólo deseaba con todo su ferviente corazón, que esa persona sea ciega o corta de vista o tonta o ingenua, y que no se de cuenta de su estado o no lo mire o lo ignore. Y si nada de eso funciona, que sea una chica guapa dispuesta a todo.
- ¿Ken-chan? – escuchó una voz llamándole.
Ok, eso no era bueno. Primero y principal: Esa voz era realmente conocida por el guitarrista, tal así, que la ha escuchado en los últimos diez años, pocas pero a la vez reiteradas veces. Segundo: Esa persona no era mujer y mucho menos estaría dispuesto a llegar lejos con él. Y tercero y lo más importante, según Ken: ¿Cómo haría para ocultar “ESO”?
Sintió girar la perilla y vio que todo estaba acabado cuando el chico entró, cerrando la puerta tras él, mirando unos papeles. Ken estaba totalmente perdido.
- Ken-chan ¿Me ayudas a organizar estas canciones? – dijo sin apartar su mirada de las letras.
- ¿Hm? – Ken no quería hablar, por miedo a que volteé a verle.
- ¿Me ayudarías? – preguntó Yukki caminando hacia el escritorio, dejando allí los papeles para luego abrir los cajones.
- Yu-Yukki, em, no voltees a verme, por favor – dijo con súplica.
- ¿Eh? – Obviamente, como todos pensábamos, el chico volteó a verlo -. ¿Hm? ¿Qué sucede Ken? Estas algo pálido, ¿Quieres que llame a la enfermería?
- ¡NO! – Gritó haciendo que Yukki, que había avanzado unos pasos, retroceda repentinamente, cayendo encima de una silla, mirando a Ken con duda –. Lo siento.
- Ken, estas bastan….
- ……
- ¡Por amor a dios Ken! – Dijo volteando su vista, algo ruborizado -. ¿Por qué no me dijiste que estabas así?
- ¡Yukki! ¿Qué querías que te dijera? “Hola Yukki, ¿sabes qué? ¡Estoy erecto!” – Dijo casi con una irónica forma de hablar –. Ayúdame Yukki.
- ¿EH? – casi se cae de espalda cuando oyó esto último.
- ¡No hay nadie aquí! Por favor, ayúdame.
- ¿Q-qué…qué quieres que haga? – dijo bastante ruborizado, pero sin apartar su mirada de aquella hermosa pared.
- Cantarme una canción de cuna – dijo con ironía - ¡QUE NO ES OBVIO! Ayúdame a bajar esto.
- ¿Pe-pero có-cómo? – Yukki temblaba prácticamente.
- ¿Nunca te haz masturbado? – dijo casi con sorpresa.
- ¡CLARO QUE SÍ! Pero nunca masturbé a otro hombre – dijo bajando la mirada –. Además, podrías masturbarte tu solito ¿no?
- Es que…..no puedo – musitó bajando su mirada.
- ¿Hm? ¿Cómo que no puedes? – preguntó levantándose.
- Pues, me da algo de impresión ¡Anda Yukki! Somos amigos.
- Si, ahora somos amigos – dijo cruzando los brazos -. ¿Hacías eso con Tetchan?
- ¡Bah! Tetchan actúa como virgen horrorizada, ya sabes como es.
- ¿Y qué te hace pensar que yo no? – preguntó alzando su ceja.
- Mira Yukki, me importa un bledo si eres virgen horrorizada, pero aquí hay un problema, largo y duro, y sino lo resolvemos, terminaremos muy mal.
- ¡Ken! ¡No puedo masturbarte! – exclamó sonrojado.
- ¿Hm? ¿Por qué no?
- Me da impresión tocar el pene de otro hombre – dijo sonrojadísimo, digno de ganarle a un tomate.
- Ok, no lo hagas con la mano, hazlo con la boca – dijo casi como si fuera obvio.
- ¡QUE DELICADO ERES! – dijo enojado, y más sonrojado, si es posible.
- Yukki, duele más por el trasero, créeme, es muy doloroso.
- ¿Hm? – Observa a Ken interrogante para luego analizar todo -. ¡No dejaré que me penetres! Ay, ok, te ayudaré con tu amigo.
- ¡Arigatou Yukki-chan! – dijo desfajándose.
- Si, si, agradécemelo con una tonelada de chocolates y no con palabras – dijo observando para otro lado, evitando ver a Ken.
- Ya esta Yukki – dijo al bajar sus pantalones un poco para dejar ver la erección, luego se sentó en una silla.
- Ay Ken, me estoy arrepintiendo – musitó arrodillándose frente a Ken, pidiendo (mentalmente) clemencia a dios sabe que deidad.
- Tómalo como si estuvieras….no sé, comiendo un helado – dijo para encontrar algún paralelismo.
- Si fuera tan fácil – dijo tomando suavemente el miembro de Ken, el cual gimió -. ¡Por amor de dios Ken, que diablos hago!
- ¡Chúpalo, mierda! – dijo cansado de que Yukki actúe como niña.
- ¡Ya sé inútil! Sólo que no puedo creer que este haciéndote esto.
Y una vez dicho esto empezó a lamer el miembro de Ken con suavidad, como si fuera un gatito tomando leche. Yukihiro había cerrado los ojos y se imaginaba que estaba lamiendo un helado o a su brazo, cualquiera que sea la imagen era mucho mejor de lo que estaba ocurriendo. Ken se mordió suavemente el labio inferior y con una de sus manos, apretó la cabeza de Yukihiro, para que se acercara muchísimo más al miembro.
- ¡KEN! ¡No seas apurado, mierda! – maldijo, al sentir como Ken presionaba contra su cabeza.
- ¡Hazlo más rápido Yukki, me voy a morir sino lo haces! – dijo casi en ruego.
- Le haría un bien a la sociedad al dejar a la población sin tu mente sucia y depravada.
- ¡YUKKI, POR AMOR DE DIOS, HAZLO YA!
- ¡NO ME GRITES!
- ¡PUES HAZLO, CARAJO!
Yukihiro suspiró, que más podría hacer que complacer al pervertido que había dentro de Kitamura. Obedeciendo sus ordenes, se metió todo el miembro en la boca empezando a succionarlo, masajeando suavemente testículos, por lo cual, Ken simplemente gemía y eso – dios sabe el porque – estaba excitando también a Yukihiro. Las manos del moreno, apretaron fuertemente la cabeza del rubio, mientras lo cerraba suavemente por el placer que sentía en su cuerpo al recibir tales lamidas y chupones en esa zona sexual.
- ¡Ahh….Yukki…..eres tan bu-bueno! ¡Ah por dios! – gemía mientras tiraba su cabeza más para atrás, intentando que la boca de Yukki tomara más posición de su pene.
Yukki apartó su cara del miembro de Ken, para respirar un poco y mirar al moreno, el cual le observó con una socarrona sonrisa cómplice y un brillo pervertido en sus ojos, eso, por alguna extraña razón, le pareció muy seductor.
El guitarrista empezó a acariciar la espalda del baterista mientras este volvía a su labor, lamiendo, succionando y mordiendo suavemente las partes bajas del chico, empezando su trabajo con la lengua en los testículos, mientras con sus manos bajaba más el pantalón. El ambiente estaba bastante caliente, casi sin creerlo, ambos empezaban a reaccionar de la misma manera y los pensamientos del moreno ya eran demasiado sucios, más de lo normal.
- ¡AAAAAAH! – gimió roncamente corriéndose en la boca del rubio, el cual aceptó aquel liquido amargo y le tragó sin siquiera preocuparse de nada.
Ken relajó cada uno de sus músculos después del acto. Estaba agotado y su miembro también lo estaba. Se relamió los resecos labios y observó como Yukihiro se paraba y con el puño de su suéter, se quitaba de la boca aquel rastro de semen blanco que escurría por la misma; bastante sonrojado.
- ¿Ya? – preguntó con duda, se sentía excitado y estaba temblando por las vibraciones en su cuerpo, las cuales le pedían más roce.
-…..- sonrió de una forma perversa mientras se quitaba los pantalones totalmente, lo cual Yukki se sorprendió.
Se acercó a Yukihiro y de un arrebato, lo tomó entre sus brazos besándolo con fervor, tocando aquel cuerpo de manera descomunal, queriendo ingresar sus manos entre aquellas ropas.
- Mmmm…..K-ken – gimoteó en la boca del otro mientras usaba sus manos para separarlo, al hacerlo chocó contra la mesa tirando al chico a un costado - ¡Que mierda haces, animal!
- ¿Qué no es obvio? – musitó mientras con su mano, excitaba nuevamente aquella zona dormida por el orgasmo.
- ¡Ah no Ken, te ayudé con la anterior erección porque me diste pena, pero ésta te la estas causando tu solo! –dijo mientras acomodaba su cabello algo disparejo.
- No Yukki, esta la provocas tú – dijo caminando hacia él –, quiero cojerte.
- ¿Eh? – se ruborizó totalmente cuando de repente fue alzado hasta quedar encima de la mesa.
Ken le arrebató aquella camisa, haciendo volar los botones; mientras besaba su blanco cuello con fervor y sus manos acariciaban el contorno del cuerpo del más bajito, haciéndole gemir suavemente sin saber que hacer. El control se le había escapar y las manos de Yukki que antes trataban de quitarse a Ken de encima, ahora lo estaban acariciando, suavemente, dejando pequeños rasguños en la espalda; como marcando su territorio.
Pronto el moreno empezó a descender sus besos y a levantar a Yukki en brazos para dejarlo en el suelo y así posicionarse encima de él, volviendo a su tarea reglamentaria tocando toda parte visible y no visible del cuerpo del rubio. Empezó a desabotonar y bajar aquellos apretados jeans, mientras se daba cuenta que había causado una erección espontánea aun antes de haberle tocado en aquella zona. Apoyó su miembro duro sobre la tela del bóxer y empezó a empujar suavemente hacia abajo, haciendo gemir a Yukki como si lo estuvieran embistiendo; el movimiento de caderas incrementó a medidas que escuchaba aquellos extraños y placenteros gemidos.
- ¡Aaah…Ken….aaaaah por dios! – gemía bajito para que no lo escuchen.
Ken realmente no quería eso, quería oír gritos de placer, por lo cual volvió a besar al rubio mordiéndole suavemente el labio inferior, mientras sus manos descendían aquel bóxer negro y empezaba a rozar sus pieles con sensualidad, calentando aquella zona aun más.
Nunca pensó que Yukki fuera realmente exquisito y quería disfrutar de él más tiempo pero su miembro exigía algo más, algo que iba a pasar en minutos.
Levantó las piernas de Yukki colocándolas una de cada lado de sus caderas mientras su miembro parecía estar rozando aquel hueco de entrada al cuerpo del rubio. Yukihiro tenía los ojos cerrados, con el ceño fruncido debido a que sabía que pasaría, por lo que no hizo esperar y le penetró de una sola vez.
- ¡AAAAAAAAAH! – Gritó Yukki, y Ken lo cayó con un beso -. ¡La puta madre Ken! – regañó a lo que Ken sonrió con sorna.
Esa forma grotesca que tenía Yukki de expresarse cuando algo le agobiaba; le encantaba eso, ya que no era el Yukki fingido perfecto, sino era el ser humano, el hombre detrás de esa máscara.
Empezó a embestirlo suavemente, sintiendo como todo dentro empezaba a relajarse ante aquellos golpes que daban sensaciones gratificantes. Ken se acercó un poco más al cuerpo de Yukki para que este lo abrazara y fue lo que hizo inmediatamente, clavándole las uñas en la espalda mientras mordía suavemente el cuello con prueba de aquel placer que sentía en cada embestida. Pronto los choques fueron haciéndose más fuertes, más puntuales, más excitantes, que hicieron a Yukki delirar del placer:
- ¡¡¡AAAAH KEN…..AAAAH ASÍ….ASÍ,….MÁS FUERTE MÁS!!! – gritó sin contenerse en nada.
- ¡¡AAAH YUKKI…..ERES MUY ESTRECHO!!! – gritó también Ken sintiendo como los músculos internos de Yukki apretaban su miembro.
Las embestidas iban aumentando su poder, eran intensas, demasiado intensas, por un momento pensó que iba a partir el frágil y delicado cuerpo si seguía así, pero realmente Yukihiro era fuerte y podría con eso, sentía que en cada golpe se le iba la vida, se le iba todo, sintió un líquido espeso en su vientre. Yukihiro había llegado al orgasmo antes que él y eso le hizo reír; tomó un poco más de impulso y salió de él para entrar nuevamente con más fuerza y hacer estallar su cuerpo en el semen y recorrió todo el interior de Yukki, largándolo con un grito bastante fuerte.
- ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!! - gimió Ken largándolo todo, quedando encima de Yukihiro, respirando entrecortadamente.
2 horas después.
- No doiha, no puedes hacer eso – dijo Tetsu caminando por los pasillos.
- ¡Claro que si! ¡No ves que soy el dios! *___*
- Se, se….pero no puedes acabar cinco botellas de Vodka en 1 hora, es imposible.
- ¿Quieres probar? – musitó al ver que Tetchan abría la puerta del estudio y ve a Ken sentado en una silla con un papel y varios pentagramas.
- ¡LA TERMINÉ! – gritó Ken mostrándole el papel.
- ¿Eh? ¿Qué es esto? – preguntó Tetsu tomando el papel y Hyde le miró por encima del hombro de este.
- La canción que me pediste que escribiera….
- Pero………….-la lee - WAAAAAAAAAAA xOx
- ¿Hm? – Ken miró extrañado a Tetsu el cual parecía en shock.
- A ver – dijo Hyde tomando el papel -. ¿Pretty Girl? Esta canción es bastante erótica.
- Si, me inspiré – miró de reojo a Yukki el cual se ruborizó y volvió su vista a su canción.
-…em, ok, si te gusta Doi, la ponemos .//////.
- Sí, sí, pongámosla.
Pretty Girl.
Tuve un sueño, un sueño de un amor profundo
"Iré a darte lo que quieres" ¡sí!
Abre tus piernas, déjame ver ese escenario
Todo esto está cegándome.
Así es, ahora, la luz te está sujetando.
¡Por favor! ¡No seas tímida!
¡Chica linda, chica linda! ¡Sí!
De ahí a allá, aumentando la presión, ¡acéptalo! Acéptalo
Llama, tira mi puerta
"¡Haz lo que desees!" Bien, tienes que sentirlo, sentirlo.
Pero siempre llega hasta ahí.
Empezaste sin saber que tan lejos llegarías
Así que, ahora, ¿dónde estamos? ¡Sí!
Estás dudosa, pero invitante, como coquetearle a una mariposa,
¡Abracémonos, besémonos!
¡Hasta que el sol salga! ¡Así!
¡Por favor! ¡No seas tímida!
¡Chica linda, chica linda! ¡Sí!
Aumenta la presión en este brillante momento, ¡acéptalo! Acéptalo
La forma en que nuestros ojos se encuentran
"¡Haz lo que desees!" Bien, tienes que sentirlo, sentirlo.
Pero siempre llega hasta ahí.
Sí, siempre llega hasta ahí.
Sólo uno más
Sólo uno más.
Sin necesidad de preguntar, siempre termina
Apegarme a lo que ya tengo sería aburrido.
¡Así que eres mía!
¡Chica linda, chica linda! ¡Sí!
Aumenta la presión en este brillante momento, ¡acéptalo! Acéptalo
La forma en que tus ojos se abren
En todo tu cuerpo tienes que sentirlo, sentirlo.
Pero siempre llega hasta ahí.
Sí, siempre llega hasta ahí.
Cuando abres tus ojos, el juego terminó
Fin.
Este fic contiene sexo explicito de todas las formas e imágenes perturbadoras de Yukki y Ken, con lenguaje adulto y agresivo, sino te sientes a gusto o eres menor NO LO LEAS.
ESPERA O__O
esto debi ponerlo arriba
bah se repondran de esta con meses de terapia uOu XDDD
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