No quiero volver a verte nunca más. Esta es la última carta que te escribo. Hasta aquí llega mi jodido amor. Nunca más. Nunca más. Nunca más... Allí estaban frente a mí, todas las opciones. Sólo había un destino para mí. No tenía importancia qué camino tomara, todo quedaría atrás. Finalmente atrás...
No tengo palabras para describir lo que siento por ti. Un escritor dijo una vez que cuanto más se quiere a una persona, más cerca se está de odiarla. Esa es quizás la palabra más atinada para encontrarle un nombre a todo aquello que siento en este preciso momento: Odio. Te odio, tres veces más profundamente que la manera en que me heriste; diez veces más fervorosamente que la manera en que me enamoré de ti. Me dejé caer suavemente sobre la alfombra que cubría casi por completo la pequeña sala de estar. Estoy seguro de que las lágrimas recorrían mi rostro, marcándolo incesantemente, pero yo no podía sentir nada. Pensaba en ti... en cómo podría liberarte de todo el daño que te había hecho. Sólo había una única puerta de salida. Debía cruzarla, eso era todo. Y así estaríamos a mano.
No se te ocurra jamás pedirme perdón. No me mires a los ojos, no me escribas, no pienses en mí, no sueñes siquiera conmigo. No quieras saber qué es de mi vida. Olvídate que alguna vez me conociste, olvídate que alguna vez te dije que lo eras todo para mí. Si tu mente llegara a evocarme, me sentiría ofendido. No te mereces siquiera que allí sea amable contigo. Me pasé las manos sobre la frente transpirada, apretando los ojos. Me habría gustado poder seguir al pie de la letra las instrucciones que me habías asignado en tu última carta. Pero, ¿cómo no pensarte, cómo no soñarte? Cómo suplicarle a mi mente que te olvidara, que te abandonara, que se desligara de ti; de las marcas de tus manos, de las líneas de tu cuerpo... Tú no tenías manera de saber que yo no estaba cumpliendo con lo que me habías pedido. Pero la culpa me carcomía, mil veces prefería morir a fallarte una vez más.
Tú no me amas ni me has amado. Una sensación de descomedida furia me invade cuando pienso en todas las mentiras que me decías. Yo creí ciegamente en ti, pero tú no eres más que un montón de miseria. Ruego a Dios que nadie te ame, que nadie te entienda, que nadie te acompañe, que nadie se apiade de ti. Espero con ansias el momento en el que de alguna manera tu corazón sea destruido por el ser a quien tú más quieras. Ojalá pudiera ser yo.No hay forma de que puedas perdonarme después de lo que te hice. Sé que ni siquiera de esta manera quedarás satisfecho. Sé que no crees lo mucho que te amo. Y que te extraño...
Después de que tome estas pastillas, no podré faltar a ninguna de tus peticiones. Tengo una navaja, para hacer esta despedida aún más dolorosa, como tú habrías querido. Ojalá que en una próxima vida pueda encontrarte y empezar todo de nuevo: ¿será que en ese momento me habrás perdonado?
Adiós... deseo que seas la persona más feliz. Deseo que alguien pueda utilizar todo este amor para demostrártelo, y no para herirte. Finalmente... adiós... adiós...
No mereces nada ni a nadie, tu crueldad no tiene nombre. Arde en llamas en el Infierno, sufre, piérdelo todo... Nadie podrá quererte jamás como yo te quise, y con toda la fuerza del infinito cariño que me inundaba, aún si tengo que caer yo también en el Inframundo, pido que caigan sobre ti las peores calamidades, que tengas la peor de las muertes, y que jamás, jamás puedas llegar a sentir la menor pizca de felicidad.
Hyde FIN
Espero que se haya entendido lo escribí así como muy rápido xDDD va dedicado a DaiHeav porque sé que le va a gustar u.ú xDDDDD y por ser mi SM!
Besitos ^^!
Ka-chan*