| Sinceramente, cada vez que lo recuerdo, parece un sueño, un sueño lejano, que me hace sentir que todavía sigo durmiendo, porque parece mentira lo que vivimos, lo que hemos podido vivir, lo que logramos con todo el esfuerzo vivir. Hace meses, cuando nos enteramos de tan enorme noticia, enseguida dijimos “no, es imposible ir, no se puede”, pero luego de vaivenes de ideas, dijimos “sí, vamos, ¡tenemos que ir!”. A partir de allí, los preparativos se hicieron largos y, una vez armado todo, el tiempo de espera larguísimo. Pero cuando nos dimos cuenta nuestras manos ya estaban aferrándose a la valla, nosotros frente al escenario, y sobre nuestros ojos ellos, Vamps… Siento que desde que la voz de Hyde entró en mis oídos, en lo profundo de mi corazón, sigo soñando, y quiero estar así, en un sueño constante… Siento que además no soy la misma Gy que antes de viajar, no sé cómo explicarlo, pero no me siento la misma persona; me siento más fuerte, decidida y… no sé… ¡libre! Me enloquece no poder describirlo con certeza…
Calles y gente de Chile, espectaculares, sin quejas al respecto (salvo la chilena dela fila que se quería colar y le gritó a Megu, casi la aniquilo). Todo impecable, la verdad que me asombró la calidad de personas con las que nos topamos, buenísimas y con toda la buena onda, las chicas de la fila que nos dieron agua apenas llegamos a la fila, y abrigo literal durante esa noche que dormimos cual Tetris perfecto en la vereda. El chico Arthur que se súper portó con nosotros en todo momento, y socorrió a Pau cuando se estaba descomponiendo del calor en la fila momentos antes del recital. Amé Chile, sépanlo, ¡y sepan que vamos a volver!
Chicos, mi Laruku no Tenshi, ¿se dieron cuenta de lo que logramos conseguir? Estuvimos con Hyde, porque no sólo lo vimos sino que estuvimos junto a él, le transmitimos toda nuestra pasión, amor y dolor, que sentimos por él, y él lo sintió y reaccionó en consecuencia. Pero lo más importante a mi parecer, fue la fuerte unidad de grupo que construimos; a pesar de los roses que tuvimos por mal humor causados por nervios, falta de descanso y comida (sumado al frío y a la lluvia del domingo, día en el que los re-contra-putié de arriba abajo, con un sinfín de creativas y originales putiadas, pero con amor), nos mantuvimos juntos, poniéndole el pecho a todo y protegiéndonos los unos a los otros (Mierda, no puedo evitar llorar mientras escribo… ). Como muchas veces dijo Caro, “por algo quedamos los que quedamos”, porque si viajaban con nosotros aquellas personas que todos conocemos lo mierda que son, el viaje se habría curtido del todo, estoy segura. No saben lo bien que me sentí con TODOS ustedes, y lo bien que me hicieron sentir, porque yo estuve en deuda siempre, por mi ausencias infinitas (muchas veces falté por alguien que, hoy en día me doy cuenta de que no valió la pena, por eso lo saqué de mi vida). Chicos, muchísimas gracias por toda la buena onda y el cariño, me sentí más que cómoda, ¡me sentí en familia! ¡Y todos los días vivo extrañándolos!
Gracias, mis presidentas, gracias por darnos la oportunidad de cumplir este gran sueño, gracias por poner sangre, sudor y lágrimas para levantar este maravilloso club y fortalecer de esperanza a cada uno de sus miembros. Y gracias por sacar lo mejor de nosotros.
A TODOS gracias, porque me di cuenta con este viaje que ahora, finalmente, soy feliz.
|
